viernes, octubre 03, 2008

Señores de Orange, señores de Yacom:

Son todos ustedes unos hijos de la gran puta.

Una vez dicho esto, permítanme explicarme.

Señores de Orange, ustedes no tienen vergüenza ninguna, ya que engañar a mi padre para que hiciera un contrato con ustedes asegurándole que Orange y Yacom formaban parte del mismo conglomerado y que, por tanto, no estaba quebrantando el contrato actual con Yacom, sino que simplemente estaba "mejorándolo", cuando luego resultó que era mentira, es digno del más rastrero de los timadores.

Sinvergüenzas es lo que son, que ni si quiera le dieron explicaciones a mi padre cuando todo el engaño salió a flote. Únicamente sabían pedir disculpas. Patético.

Señores de Yacom, me parece muy correcto que al comprobar que mi padre había solicitado un nuevo contrato con otra compañía (fruto de un engaño, insisto), cuando todavía no había cumplido un año de contrato con ustedes (por cierto, ¿no es ilegal obligar a un cliente a una permanencia de x meses?), procedieran a cortarnos el servicio de internet.

Lo que no es de recibo es que un mes despues de que mi padre se pusiera en contacto con ustedes por teléfono y por correo certifcado para aclarar la situación y pedirles que volvieran a prestarnos servicio, todavía no nos hayan restaurado la conexión, alegando primero que todavía no se había tramitado la baja (pero el corte tardáis 1 día en hacerlo, ¿eh, cabrones?) y más recientemente, que han tenido un "problema con los ordenadores" y no pueden saber cuándo volverán a conectarnos. Increíble.

Habría que fusilarlos a todos, desde el ejecutivo que está en lo más alto forrándose, hasta el último de los teleoperadores que te llama a las 4 de la tarde para fastidiarte (con 'j') la siesta, ofreciéndote ofertas como la que le hizo Orange a mi padre.

Malditos bastardos......

1 comentario:

Los Administradores dijo...

Este caso nos demuestra lo poco que podemos hacer y que estamos en sus manos. A las armas!! Digo deberían poner unas reglas del juego que protegan más al consumidor y no al revés.

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