sábado, agosto 30, 2008

El mundo real y el mundo de las hadas se dan la mano

"Hellboy 2: El ejército dorado". Debo decir que haciendo la media, la película me ha gustado mucho. Y digo lo de hacerla media porque la peli combina elementos muy muy buenos (como el ataque del elemental, cualquiera de las peleas rollito Matrix, o la desbordante imaginación del diseño de personajes -atención al ángel de la muerte-), con otros muy muy malos como son el enamoramiento de Abe y los problemas sentimentales de Gelboy con....la tía del fuego cuyo nombre no recuerdo; sin olvidarnos, por supuesto, del pésimo doblaje que hacen José Mota (Burro de Shrek y mitad de Cruz y Raya) y Santiago Segura (Torrente para el resto de su vida).


Y es que yo me pregunto: ¿No es suficiente con que nos destrocen las películas de animación con doblajes patéticos realizados por famosos españoles (lo del cantante de Pignoise doblando al prota de "Space Chimps" no tiene nombre) que ahora también van a por las pelis de imagen real? Guillermo del Toro, te juro que si atisbo, veo u oigo a Santiago Segura en "El Hobbit", me quemaré a lo gonzo (¿bonzo?) en la puerta de tu casa.



Resuemiendo, que mucho más espectacular y dinámica que la primera parte. Totalmente recomendable.

Y ahora vamos con lo que de verdad importa.

En la peli hay un momento en que los protas utilizan unas gafas para poder ver la verdadera forma de los trolls -que se ocultan bajo una apariencia humana-. Pues bien, aquí la peli comete un error, dado que, efectivamente los trolls viven entre nosotros, pero no son necesarias ningunas gafas para idenficarlos. Todos ellos son perfectamente reconocibles: Gordos, desgarbados, de mirada perdida, vestidos con ropa "guay" (pronúnciese poniendo cara de asco, por favor), con pasta, mucha pasta, que les permiten acceder a bellas elfas del bosque (bueno, algunas no tan bellas, esto va en relación directa con la cantidad de pasta del troll) y que destacan, negativamente, en todos los planos de la vida, ya sea haciendo el imbécil con sus coches en las rotondas o gritando cual cabreros en mitad de la calle. Particularmente dentro de un cine se caracterizan por comentar lo que todo el mundo está viendo en la pantalla, lo cual también incluye leer todos los textos del tipo "Washington, 23 de Septiembre, Cuartel general de la bla bla bla", o sentarse en la butaca peor que si estuviera en el salón de su casa (con los pies descalzos en el asiento de alante, por ejemplo).


Y es que no sé si "Gelboy 2" ha hecho que vea el mundo como es en realidad, pero ahora me doy cuenta de que las calles están realmente atestadas de trolls (antes pensaba que eran dos o tres).

Y si no, cómo se explica que ahora no haga más que ver gente con bermudas de floripondios, camisetas blancas de tirantes y chanclas de marca (si todo el conjunto es de Emporio, mejor).

Muerte a la gente
"guay". No la soporto.

1 comentario:

Julio J dijo...

Pos nada, solo decirte qe pasé de tantos efectos especiales, y el sabado night en madrid, en vez de ver Hellboy o Batman (qe es lo qe qeriamos ver, pero no podiamos porqe estaba mi hermano pablo qe ya lo habia visto), vimos la peli del amigo Nicolás, esa en la qe lleva un gato por peluca, y qe fue un santa bazofia asi qe te la antirecomiendo, aunqe ya se qe no pensabais verla, pero bueno.

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